¡No puedo evitarlo!. Capitulo 1. Idea de Cherny
La Familia
Cherny: este es el primer capitulo de una serie inspirada en hechos reales sobre un niño diagnosticado con Deficit de Atención y "un poco de Hiperactividad". Se aceptan comentarios sobre lo que opináis, ya que aunque a nadie le gusta etiquetar a los niños, lo que se podrá observar es que Mario "no puede evitar" hacer ciertas cosas. Espero que os guste.
Me llamo Marío y tengo 9 años. Cuando
tenía 6 años me diagnosticaron Déficit de Atención. La profesora lo tuvo muy
claro cuando tardé 7 minutos en darme cuenta que todo el mundo estaba de pié
rezando y yo seguía sentado haciendo las actividades, sin darme cuenta de lo
que pasaba a mi alrededor.
Mis padres me han contado que
cuando era pequeño no paraba de moverme, era muy inquieto y no dormía bien. Yo
he sido siempre muy feliz y siempre he estado contento, y mis padres me dicen
que era un niño muy gracioso. Me iba con cualquier persona, no era un niño que
extrañara o que tuviera “mamitis o papitis”. De hecho a veces llamaba a mi
madre y a mi padre mapi, mezclando los dos nombres. Me gustaba, y me sigue
gustando, ser un poco payaso, y hacer el tonto para que los demás se rían
conmigo. Aunque a veces no puedo evitar molestar más de la cuenta a los demás
niños, sobre todo a mis hermanos.
Según mi madre soy muy “buen
comercial”. Yo no entiendo muy
bien lo que significa eso, pero mi madre me ha dicho que cuando quiero algo lo
consigo a base de negociar para intentar cambiarlo por otra cosa, o a base de
pedirlo incansablemente durante todos los días. Dice que un día estando en el parque vi a un
niño que tenía un coche que me encantaba. Estaba jugando con otro niño. Yo fui
hacia ellos y les estuve explicando las ventajas que tenía mi reloj de plástico
de piñata, y me creyeron tanto que conseguí que me dejaran el coche a cambio de
turnarse para jugar con el reloj. La verdad es que tengo el mejor hermano para
practicar las técnicas comerciales, ya que es muy difícil negociar con mi
hermano Jaime, porque nunca quiere cambiar las cosas con las que está jugando.
A veces cuando nos vamos de
viaje, (bueno tampoco hace falta irse de viaje para que esto suceda, puesto que
en cualquier trayecto corto me pasa lo mismo), mis padres se enfadan conmigo
por molestar a mis hermanos constantemente. Me muevo tanto, que meto sin querer
el dedo en el ojo a mi hermano Jaime o atosigo a mi hermano pequeño Joaquín,
con besos y más besos. Yo les intento explicar que es que no puedo evitarlo,
que tengo que hacer algo con las manos. Luego me regañan y me pongo a llorar o
me enfado y les llamo tontos. Yo no sé por qué me riñen, a mí no me parece que esté haciendo
nada malo, nunca lo hago a propósito, pero no puedo evitar moverme. No puedo
estar quieto durante tanto tiempo. Si me ponen alguna película que me gusta a
lo mejor estoy un rato entretenido, pero tampoco demasiado. No me duermo ni de
broma. También consigo entretenerme un rato si le hago preguntas que me
inquietan a mi padre. Como por ejemplo, cual es el coche que corre más del
mundo, o porque cuando me miro en el espejo las letras de la camiseta se ven al
revés. Es que mi padre lo sabe todo, y siempre tiene repuestas a nuestras
preguntas.
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