Capítulo 7

Las ventajas de ser así

Cherny: Mario nos cuenta las ventajas de ser "nervioso".

Cuando iba a la guardería, en el último curso, cuando llegaba la hora de la siesta, la directora me llevaba a su casa (estaba pegada a la guardería) y me ponía a dormir en la cuna de su nieto. Su nieto, que iba a mi clase, sin embargo se quedaba en la clase con los demás niños. Parece ser que era la única manera de que, 1: durmiera yo la siesta, 2: dejara dormir a los demás. Parece ser que alborotaba tanto a los demás niños que no dormíamos ninguno de la clase. Yo estaba encantado durmiendo en la cuna de su nieto, ¡¡era mucho más cómoda que los colchones!!

La verdad es que a veces me doy cuenta de que por ser tan “nervioso” consigo algunas comodidades extras. Por ejemplo, desde que tengo altura suficiente para ir en el asiento del copiloto, si vamos los 3 con mama en el coche a cualquier sitio o mi padre y los 3, yo voy delante siempre, y así voy mucho mejor y no puedo molestar a mis hermanos, pq no están a mano, jeje. También me dan Coca-Cola con cafeína porque parece que el neurólogo le dijo a mi padre que me haría el efecto contraría y me tranquilizaría. Así que muchas veces si nos vamos de viaje, me dan a mí solo Coca-Cola con cafeína y es mejor que la sin cafeína. Mi madre cuando queda un poquito para irme a la cama, a veces, si me ve nervioso, me da masaje en los pies. Pero, ojo, yo también le doy a ella y dice que es impresionante lo bien que lo hago, si es que soy la caña. O sea que al final nos turnamos, aunque no sé cómo siempre me gano yo más masajes que ella.

Cuando mi madre me pregunta algún tema de cono o lengua para repasar algún examen, mientras me pregunta me deja moverme libremente por la habitación, sea la cocina o el cuarto de estudio, y por ejemplo le doy golpes a una pelta, de estas suaves, o si estoy en la cama de mis padres, hago volteretas o me muevo sin parar por el colchón, y mientras voy respondiendo a mi madre. A veces consigo cansarla de tanto darle a la pelota contra la pared, pero es que así me concentro mucho mejor, no puedo estar sentado mientras repasamos. La mejor hora para mí para concentrarme para estudiar o repasar, es después de cenar.  No sé muy bien porque, pero las veces que mi madre intenta preguntarme algún tema a las 6 o 7 de la tarde, al final acabamos enfadándonos y no sirve para nada. Ya le he dicho mil veces que para mí es mejor después de cenar, pero muchas veces ella no me deja porque a esa hora dice que está cansada y quiere tumbarse a leer. Sin embargo últimamente me he dado cuenta que intenta negociar conmigo. Y me dice por ejemplo: “Mario, tenemos que estudiar estos temas de lengua y repasar cono, dame una solución”. Se va y cuando lo he pensado se lo digo. Creo que es por el libro ese que se está leyendo “como hablar para que sus hijos le escuchen o no sé qué”. De hecho el otro día le pregunté si lo hacía por el libro y me dijo que era muy listo por preguntarlo.

Mi madre me dice que tengo otro don, que es que consigo que todos los niños con los que esté jugando, sean primos, amigos o incluso desconocidos, se contagien de mi vitalidad y pasión por las cosas, y al final están todos metidos en el juego que estemos jugando, pendientes de mí y yo pendientes de ellos, soy como un imán, bueno, también para otras cosas no tan positivas. Por ejemplo el otro día cuando estábamos cenando, y estaba molestando a mis hermanos, mi madre me dijo que parara, y yo le dije “mama, son ellos que vienen a mí, se sienten atraídos por mí”. Definitivamente soy como un imán, mis hermanos no pueden evitar acercarse a mí, si es que en el fondo se lo pasan genial conmigo (bueno no todo el rato, pero muchas veces).